6O AÑOS DE HISTORIA DE TVE.
La televisión comenzó como un acontecimiento de alcance exclusivamente madrileño, para expandirse poco a poco por todo el territorio, llegando primero a Zaragoza y en el 1959 con las primeras emisiones desde Barcelona. Una red de siete emisoras intermedias permitió la conexión de las dos principales ciudades españolas.
Así fue construyéndose una red de transmisores y repetidores financieros en su mayoría por los ayuntamientos y diputaciones afectadas. La estructura de la red de difusión irá de la ciudad al campo, como en los sistemas comerciales.
La conexión con Barcelona tenía importancia, porque significaba la posibilidad de conectarse con la red de Eurovisión, que ya existía desde 1953 y a la que Tuve se sumó en 1960. Para la mayoría de los espectadores, Eurovisión significaba la posibilidad de contemplar los partidos de los equipos españoles en la Copa de Europa. Los estudios de Miramar en Barcelona se inauguraron el 14 de julio de 1959.
Así fue construyéndose una red de transmisores y repetidores financieros en su mayoría por los ayuntamientos y diputaciones afectadas. La estructura de la red de difusión irá de la ciudad al campo, como en los sistemas comerciales.
La conexión con Barcelona tenía importancia, porque significaba la posibilidad de conectarse con la red de Eurovisión, que ya existía desde 1953 y a la que Tuve se sumó en 1960. Para la mayoría de los espectadores, Eurovisión significaba la posibilidad de contemplar los partidos de los equipos españoles en la Copa de Europa. Los estudios de Miramar en Barcelona se inauguraron el 14 de julio de 1959.
La programación.
Pese a que en los primeros meses `solo´ eran tres horas de La programación inicial no superaba las tres horas diarias, desde las 21.00 a las 00.00 horas. Un año después aumentaría a cuatro horas diarias, comenzando a las 20.15 horas y se alargaría hasta la una de la madrugada durante los fines de semana. En 1959, las emisiones se amplían a cinco horas cada día, horario que e mantendrá durante todo el franquismo. Sin embargo, hubo un intento inicial de programación entre 1959 y 1962, que fue suspendido.
Cada día, una hora antes de que comenzara la programación, solo se emitía la famosa `carta de ajuste´, que servia de guía para sintonizar bien la señal y calibrar el televisor. Con el tiempo, aquella imagen se hizo muy popular, aunque muy pocos conocían bien su utilidaemisión diaria, no era nada fñacil llenarlas. Todo era en directo, desde un plató de emisiones y otro dedicado a ensayos e instalación de decorados. También contaban con un tele-cine y unas cuantas películas cedidas por el No-Do y por la embajada norteamericana.
Dos años después, en 1959, ya se producían unas 40 horas de emisión. De los primeros programas, destacaron la ``Hora Phillips´´y ``Teatro en TVE´´, antecedente de todos los espacios dramáticos de TVE. Al principio se ofrecieron representaciones de zarzuela desde el Teatro Apolo de Madrid, lo que permitía ahorrar en la construcción de decorados. Estas primeras grabaciones escénicas permitieron sacar las cámaras de televisión a la calle.
Cada día, una hora antes de que comenzara la programación, solo se emitía la famosa `carta de ajuste´, que servia de guía para sintonizar bien la señal y calibrar el televisor. Con el tiempo, aquella imagen se hizo muy popular, aunque muy pocos conocían bien su utilidaemisión diaria, no era nada fñacil llenarlas. Todo era en directo, desde un plató de emisiones y otro dedicado a ensayos e instalación de decorados. También contaban con un tele-cine y unas cuantas películas cedidas por el No-Do y por la embajada norteamericana.
Dos años después, en 1959, ya se producían unas 40 horas de emisión. De los primeros programas, destacaron la ``Hora Phillips´´y ``Teatro en TVE´´, antecedente de todos los espacios dramáticos de TVE. Al principio se ofrecieron representaciones de zarzuela desde el Teatro Apolo de Madrid, lo que permitía ahorrar en la construcción de decorados. Estas primeras grabaciones escénicas permitieron sacar las cámaras de televisión a la calle.
A finales de 1959 nace el programa de variedades ``Gran Parada´´que tuvo un enorme éxito en los años sesenta. Como nuevo medio de comunicación, la televisión seguía las modas musicales de las emisoras de radio, por ello el sonido era protagonista. ``Gran Parada´´fue un predecesor de los programas musicales en los que ganaban popularidad muchas de los artistas que todos recordamos.
En los inicios había cuatro realizadores: Alfredo Castellón, Pedro Amalio López, Fernando García de la Vega y Antonio Ozores, a los que pronto se sumaron Gustavo Pérez Puig y Juan Guerrero Zamora, que era el responsable de las representaciones teatrales en TVE.
Las primeras caras visibles, provenientes del primer equipo experimental, eran Laura Valenzuela, David Cubedo y Jesús Álvarez. Poco después, en 1957, aparece el rostro de Blanca Álvarez, que se hizo rápidamente muy popular. Al igual que Mariano Medina, desde el principio conocido como ‘el hombre del tiempo’.
El Telediario no llegó hasta el año siguiente. Comenzó sus emisiones el 15 de septiembre de 1957, dirigido por José de las Casas y Ángel Marrero y presentado por Jesús Álvarez, se entrenó, por tanto, casi un año después de la inauguración de la cadena.
Los principales momentos de la programación durante aquellos años iniciales (que exigieron grandes alardes técnicos) coincidieron con las grandes celebraciones del régimen franquista, como la retransmisión, en abril de 1959, del traslado de los restos de José Antonio Primo de Rivera, el fundador de la Falange, desde El Escorial hasta el Valle de los Caídos; la información sobre la visita oficial del presidente Eisenhower, en diciembre de 1959, o la emisión durante cuatro horas de la boda de la española Fabiola con el rey Balduino de Bélgica, en diciembre de 1960, que fue la primera conexión a través de Eurovisión. TVE había ingresado en la UER solo en 1960, diez años después de su creación.
La situación financiera.
En 1957 aparecen los primeros anuncios publicitarios, orientados principalmente al patrocinio. Su expansión se producirá sobre todo en 1959, coincidiendo con la plena expansión territorial.
Hasta entonces, TVE sobrevive con escasos medios económicos y materiales, en un estado en crisis económica. La publicidad y una mejora de las finanzas del régimen acaban con la precariedad y facilitaron la expansión territorial de la cobertura de las emisiones desde 1959 a 1962.
En los inicios, el gobierno intentó implantar, desde 1957, un “impuesto de lujo” sobre la tenencia de receptores de televisión para financiar la producción y transmisión de la programación de TVE. Sin embargo, esta tasa fracasó por la resistencia y la picaresca de los propietarios y también por las desavenencias entre los organismos del Estado con competencias en dicho impuesto, que suponía entre 300 y 500 pesetas anuales de la época, una elevada cantidad para el nivel de los salarios de entonces. La tasa fue eliminada en 1965, ya que se recaudaba menos que lo que se gastaba en las gestiones de recaudación.
El hecho relevante es que la supresión del impuesto contribuyó a generar un modelo de televisión pública exclusivamente comercial, dependiente de los ingresos publicitarios, que ya será imposible de modificar durante los siguientes años.
Los `telefilmes´.
Además de ser pionera en emisión masiva de publicidad, TVE se convirtió también en una de las primeras cadenas de televisión de toda Europa en importar series y telefilmes estadounidenses, poco tiempo después de su invención en las cadenas de los Estados Unidos. Esta precoz llegada de las producciones norteamericanas marcará el peso decisivo que la ficción televisiva estadounidense tendrá en toda la historia de la televisión franquista, muy por delante de todos los formatos nacionales, teatrales y dramáticos incluidos.
El contexto cultural.
La mediocridad cultural de la vida cotidiana española se extendió ampliamente a RTVE que, salvo casos muy excepcionales, permaneció al margen de la evidente explosión de creatividad cultural española iniciada en los años sesenta a pesar de la censura.
Eso no significa olvidar o desvalorizar la aportación de muchos realizadores, guionistas o periodistas que intentaron trabajar a contracorriente de los controles y las censuras oficiales. Sin embargo, el impulso cultural de aquellos años excluye toda la nostálgica historia de RTVE en el franquismo, cultivada en numerosas conmemoraciones, incluso ya en democracia; ni debemos olvidar a muchos directivos y profesionales que durante décadas colaboraron por convicción o por razones mercenarias con el régimen, con sus manipulaciones y censuras, en un contexto de autoritarismo y represión extremos. Religión, política, sexo..., había que mirarlo todo con lupa, porque una 'equivocación' podía causar un despido fulminante.
Por otra parte, TVE ha significado para muchos españoles de varias generaciones que han crecido en la era de la televisión un universo de referencias sentimentales: referencias culturales, cinematográficas, dramáticas, informativas o deportivas. La televisión pública ha participado, desde sus inicios, en la construcción de la geografía sentimental de varias generaciones, en la creación de la iconografía familiar de millones de hogares y en la memoria de niños, jóvenes y adultos. TVE ha sido, en definitiva, un miembro más de las familias españolas.
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